Un poco de historia...

Las personas formamos parte de un todo al que llamamos medioambiente y que identificamos automáticamente con la naturaleza, pero quizas en ingles podemos enterder mejor su significado: "environment" (lo que nos rodea). Antiguamente no cabe duda que a nuestros antepasados sólo les rodeaba la naturaleza, cuando empezaron a interactuar con su medio, sus construcciones eran de elementos básicos provenientes de la naturaleza. Con el tiempo el ser humano ha transformado el territorio donde vive con su tecnología, alejada ya de lo natural, y en la actualidad el planeta entero está perdiendo su "naturalidad" dado que las consecuencias de los usos humanos están produciendo efectos globales, más allá de los territorios donde actua. Es por ello por lo que el humano, alejado en gran medida de su propia naturaleza, necesita volver a su esencia, a su bienestar, como explica la hipotesis de Wilson:

"La hipótesis de la biofilia de Wilson (1984) nos dice que tenemos una empatía innata hacia la naturaleza y que cuando nos alejamos de ella, sufrimos las consecuencias. Buscamos inconscientemente los árboles, los cantos de los pájaros, las flores y los paisajes. Observar el cielo, una pradera, una montaña o el mar nos llena de una sensación inexplicable de bienestar.

Cada vez más estudios respaldan esta relación entre la naturaleza y nuestro bienestar. En 2005, Richard Louv acuñó el término «trastorno por déficit de naturaleza» para describir los efectos negativos que sufrimos cuando no estamos en contacto con el entorno natural. Incluso el simple acto de pasar al menos 30 minutos al día en la naturaleza ha demostrado reducir significativamente los niveles de estrés."

En Adenpral compartimos la importancia de conectarnos con la naturaleza y cómo podemos incorporar esta conexión en nuestra vida diaria. Una sugerencia es mirar por la ventana en lugar de mirar la televisión, permitiéndonos apreciar el cielo, las nubes y los cambios que ocurren a nuestro alrededor.

Te invito a apagar tu móvil y salir a dar un paseo de al menos 20 minutos en un entorno natural. Aprovecha para hacer ejercicio, observar, dibujar o escribir, y simplemente disfrutar el momento presente.

Existen diversas actividades para conectar con la naturaleza, como disfrutar de un momento de contemplación, observar las cosas en movimiento, caminar descalzo en la playa o en el bosque, observar detenidamente un árbol o una planta, y deleitarse con el aroma de las flores.

La naturaleza siempre nos regala su belleza y efímera presencia, por lo que es importante reconocerla, agradecerle y despedirnos de ella como a una amiga que nos desea lo mejor.

Estoy encantado de compartir estas experiencias y conocimientos con ustedes. ¡Vamos juntos en este viaje de conexión con la naturaleza y el bienestar!

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